LA PRUEBA DEL POLÍGRAFO. CASOS CIRO CASTILLO Y OMAR CHEHADE
Dos casos sonados en investigación han motivado en la prensa las posibilidades de empleo del polígrafo en casos judiciales. El padre de Ciro Castillo Rojo planteó que la compañera del estudiante sea sometida a la prueba. En otro extremo de connotaciones públicas mayores, en el caso Chehade, la posibilidad de empleo del polígrafo fue hecha por el Fiscal de la Nación.
Cómo funciona? Cuando una persona miente la presión sanguínea, el ritmo cardíaco, la respiración y la conductancia de la piel se ven alteradas. El polígrafo registra y mide con precisión estas variaciones en un individuo estimulado psicológicamente mediante determinadas preguntas.
El polígrafo es empleado actualmente aproximadamente en 90 países. Su uso general está orientado a la seguridad y selección de personal e investigaciones privadas, práctica de no mucha fortuna que también tiene en Perú. En América latina su empleo como prueba judicial se produce en Guatemala y Panamá. En Estados Unidos se admite judicialmente sólo si existe acuerdo entre el fiscal y el defensor del procesado.
La determinación de la mentira a través del polígrafo, es una suerte de confesión inversa. En nuestro sistema como en muchos otros, la confesión no es prueba de responsabilidad y ella solo deberá ser declarada si existen otros elementos probatorios que la determinen. En nuestro sistemas se admite incluso que el procesado puede mentir en su defensa y si ello es así, lo mismo da para los efectos procesales que se descubra que el procesado mienta.
La repentina aparición del polígrafo en los medios de prensa aprovechando casos sonados, no deja de ser sospechosa en Perú ya que puede estar siendo impulsada por las empresas que desde años han tratado de introducir esta prueba en la actividad de control de riesgo empresarial sin mucho éxito aún.
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